Dr. Diogo Fagundes

La Traumatología Deportiva es el área de la medicina dedicada a la prevención, diagnóstico y tratamiento de las lesiones relacionadas con la práctica deportiva. Este campo abarca desde hematomas menores hasta lesiones más complejas, como fracturas, dislocaciones y daños en ligamentos o tendones, centrándose en la recuperación funcional y el regreso seguro a las actividades físicas. Combinando conocimientos técnicos y estrategias de rehabilitación, la traumatología deportiva promueve el bienestar y el rendimiento de los deportistas y personas que practican actividades físicas a todos los niveles.

La Cirugía Traumatológica y Ortopédica es una especialidad médica que combina el manejo de lesiones traumáticas con el cuidado del sistema musculoesquelético. La cirugía de traumatología se centra en el tratamiento de fracturas, luxaciones y otras lesiones resultantes de accidentes o impactos graves, garantizando la estabilización y la recuperación funcional. La ortopedia aborda problemas relacionados con los huesos, articulaciones, músculos, tendones y ligamentos, abarcando enfermedades congénitas, degenerativas o adquiridas. Ambas áreas trabajan juntas para restaurar la movilidad, aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

La ortopedia general es la especialidad médica que diagnostica, trata y previene afecciones que afectan el sistema musculoesquelético, incluidos huesos, articulaciones, músculos, tendones y ligamentos. Desde lesiones traumáticas, como fracturas y esguinces, hasta enfermedades degenerativas, como la osteoartritis, la ortopedia general busca restaurar la movilidad y aliviar el dolor. Esta área atiende a pacientes de todas las edades, brindando tratamientos que van desde terapias conservadoras hasta intervenciones quirúrgicas, con el objetivo de mejorar la calidad de vida y la funcionalidad corporal.

La Nutriología Deportiva es un área de la medicina que se centra en la evaluación y orientación nutricional de los deportistas y quienes practican actividades físicas. Esta especialidad busca optimizar el rendimiento deportivo, promover la recuperación muscular y prevenir deficiencias nutricionales, considerando las necesidades específicas de cada individuo en función del tipo, intensidad y frecuencia del entrenamiento. Además, la nutrición deportiva juega un papel crucial en el control del peso, el fortalecimiento inmunológico y el mantenimiento de una composición corporal saludable, contribuyendo al bienestar y al logro de los objetivos deportivos.

Las infiltraciones son procedimientos médicos utilizados para tratar el dolor y la inflamación en las articulaciones, tendones u otras estructuras del sistema musculoesquelético. Consiste en la aplicación local de medicamentos, como corticoides, anestésicos o ácido hialurónico, directamente en la zona afectada, proporcionando un alivio rápido y dirigido de los síntomas. Ampliamente utilizadas en afecciones como artritis, bursitis, tendinitis y lesiones deportivas, las inyecciones también pueden ayudar a mejorar la movilidad y la calidad de vida del paciente. Aunque son eficaces, deben realizarse bajo consejo médico cuidadoso para evitar posibles complicaciones.

La osteoartritis , también conocida como artrosis, es una enfermedad degenerativa que afecta a las articulaciones, caracterizada por el desgaste progresivo del cartílago que recubre los huesos. Este desgaste provoca fricción entre las superficies óseas, dando lugar a dolor, rigidez, inflamación y, en fases avanzadas, deformidades articulares.

La osteoartritis es más común en las articulaciones que soportan peso, como las rodillas, las caderas y la columna, pero puede afectar cualquier articulación. Factores como el envejecimiento, la predisposición genética, la obesidad, los traumatismos y la sobrecarga articular aumentan el riesgo de desarrollar la enfermedad.

El tratamiento varía desde medidas conservadoras, como fisioterapia, pérdida de peso y medicamentos para controlar el dolor, hasta intervenciones como inyecciones y, en casos graves, cirugía de reemplazo articular (prótesis). El objetivo es aliviar los síntomas, mejorar la función articular y preservar la calidad de vida.

El dolor de espalda es una afección común que puede afectar la región cervical, torácica o lumbar, causada por factores como mala postura, hernias discales, osteoartritis o traumatismos. Los síntomas incluyen dolor, rigidez y, en casos graves, hormigueo o debilidad en las extremidades. El tratamiento varía desde fisioterapia y medicación hasta inyecciones o cirugía, dependiendo de la gravedad. La prevención incluye una buena postura, ejercicio regular y control del peso.

Las lesiones de rodilla son problemas comunes que afectan la articulación debido a un traumatismo, sobrecarga o degeneración. Las lesiones más comunes incluyen roturas de ligamentos (como el cruzado anterior), meniscos, tendinitis y fracturas. Los síntomas varían desde dolor e hinchazón hasta inestabilidad y movimiento limitado. El tratamiento puede ser conservador, con fisioterapia y medicación, o quirúrgico, dependiendo de la gravedad. La prevención pasa por el fortalecimiento muscular, la buena técnica en las actividades físicas y el cuidado con los impactos.

La tendinitis es la inflamación o irritación de un tendón, la estructura que conecta los músculos a los huesos. Generalmente causada por movimientos repetitivos, sobrecarga o mala postura, la tendinitis causa dolor, hinchazón y dificultad de movimiento en la zona afectada. Las regiones más comunes incluyen el hombro, el codo, la muñeca, la rodilla y el tobillo. El tratamiento incluye reposo, uso de antiinflamatorios, fisioterapia y, en casos graves, inyecciones o cirugía. La prevención incluye estiramientos, fortalecimiento muscular y evitar esfuerzos repetitivos excesivos.

El dolor de rodilla es un síntoma común que puede resultar de una lesión, desgaste, inflamación o uso excesivo de la articulación. Las causas más comunes incluyen tendinitis, lesiones de ligamentos o meniscos, osteoartritis y bursitis. Los síntomas varían desde dolor localizado hasta hinchazón, rigidez y dificultad para moverse o soportar peso. El tratamiento depende de la causa y puede incluir reposo, fisioterapia, medicación, inyecciones o cirugía. La prevención implica el fortalecimiento muscular, una buena postura y evitar la sobrecarga durante las actividades físicas.

La osteoartritis de rodilla es una enfermedad crónica que provoca el desgaste del cartílago, lo que produce dolor, rigidez, hinchazón y dificultad de movimiento. Entre sus causas se encuentran la edad, la obesidad, las lesiones y los factores genéticos. El tratamiento puede ser no quirúrgico, como fisioterapia y medicación, o quirúrgico, como prótesis. La prevención incluye mantener un peso ideal, fortalecer los músculos y evitar lesiones.

El derrame articular se produce debido a la acumulación de líquido en la articulación, lo que provoca hinchazón, dolor y dificultad de movimiento. Se puede tratar con reposo, compresas frías, antiinflamatorios o drenaje, dependiendo de la causa.

El pandeo de rodilla es la sensación de inestabilidad o "falla" al soportar peso sobre la pierna. Generalmente es causada por lesiones en los ligamentos, meniscos o debilidad muscular. El tratamiento incluye fisioterapia, fortalecimiento muscular y, en casos graves, cirugía.

La gonartrosis es el desgaste del cartílago de la rodilla, que provoca dolor, rigidez y dificultad de movimiento. Factores como la edad, la obesidad y las lesiones contribuyen. El tratamiento incluye fisioterapia, medicación, pérdida de peso y, en casos graves, cirugía.

Las lesiones de los ligamentos cruzados (anterior o posterior) provocan dolor, hinchazón, inestabilidad y dificultad de movimiento. El tratamiento varía entre reposo, fisioterapia y, en casos graves, cirugía para reconstrucción del ligamento.

Las lesiones de menisco son causadas por traumatismo o desgaste, lo que provoca dolor, hinchazón, bloqueo y dificultad de movimiento. El tratamiento incluye fisioterapia, medicamentos y, en casos graves, cirugía artroscópica.

Las fracturas de tibia pueden ocurrir por traumatismos directos o caídas, causando dolor intenso, hinchazón, deformidad y dificultad para caminar. El tratamiento puede incluir inmovilización, yeso o cirugía, dependiendo de la gravedad.

El dolor lumbar es común y puede ser causado por una mala postura, un esfuerzo excesivo, un estilo de vida sedentario o problemas como una hernia de disco. El tratamiento incluye reposo, fisioterapia, analgésicos y corrección postural.

El dolor de hombro puede ser causado por inflamación, lesión, mala postura o afecciones como bursitis y tendinitis. El tratamiento incluye reposo, fisioterapia, analgésicos y, en casos graves, cirugía.